miércoles, 13 de diciembre de 2006

Verdad





Yo no se que sucede pero ya no es lo mismo. La ciudad no es tan grande ni las calles tan anchas. El aire no satisface y la mente menos.
Creo que a mi persona ya no le gusto por que el sueño profundo y los sueños felices me dijeron adiós sin que yo lo notara, y solo ahora me doy cuenta de lo que me hacen falta (sin contar a los amigos que les siguieron los pasos heroicamente: el buen humor, la motivación, etc. ...)
Pero para llenar el vacío metafísico vinieron otras cosas como el desgano (maldito compañero de las tardes agobiantes de diciembre), la reflexión profunda con ese leve toque melancólico, claro (aunque no comprendo muy bien con objeto de que épocas.).
Pero sepan que quien aquí les habla surge en periodos limitados pero suficientes como para recordarme por que hago lo que hago y, por sobre todas las cosas, en pos de que: una introspección, un retiro espiritual, un momento de intimidad que se prolongue mucho mas de lo que tardo en explayarme sobre mi mismo. O quizás la faceta romántica halla tomado posesión al encontrarme en un estado de sinceridad que tanto escasea en estos tiempos “emocionantes”, como diría algún sabio positivista oriental; y lo que me espera solo sea un gran momento de compartir, lo cual basta y sobra para mi.

Buenos Aires city Fuck Off

1 comentario:

K-lí dijo...

Dicen que un pesimista es un optimista con experiencia, pero yo me niego a creerlo.
Gracias por tu invitación a visitarte, valió la pena venir hasta acá.
k-lí
www.cotidianasvistas.blogspot.com